El flujo de tesorería es esencial en la evaluación de los proyectos de inversión privados y en el presupuesto maestro de las grandes empresas.
Cuando hablamos de flujo de tesorería nos referimos a una herramienta básica de gestión y control. Esta herramienta forma parte de una de las técnicas que utilizan las grandes empresas y grupos económicos para la administración eficiente de sus recursos financieros.
De igual forma, la utilizamos inconscientemente tanto los emprendedores dueños de una Pyme como nosotros: personas que manejamos dinero y debemos llegar a fin de mes sabiendo distribuir nuestros ingresos y cubrir gastos.
Uso eficiente de recursos y flujo de tesorería
El flujo de tesorería se puede definir como una herramienta de gestión que permite la proyección de ingresos y egresos con el objetivo de anticipar déficit o excedentes financieros. Ayudando a la planificación financiera y permitiendo el control y uso eficiente de estos recursos.
Usar eficientemente los recursos es saber anticipar dos posibles escenarios.
El primero es el de los saldos negativos de efectivo o efectivo equivalente. En este escenario podríamos analizar alternativas de financiamiento, seleccionando aquellas de menor costo. O intentar disminuir el déficit, ya sea consiguiendo prórrogas o disminuyendo algunos gastos operacionales. Las consideraciones que se deben tener presente al momento del financiamiento son: monto, costo financiero, garantías, plazo y efectos colaterales.
En tanto, el segundo escenario es el de los excedentes financieros. Esto implica saber anticipadamente el saldo disponible que la empresa tendría y por cuánto tiempo. Estos excedentes financieros transitorios o permanentes deberían ser invertidos, ya sea en algún instrumento del mercado de capitales o en la misma compañía. Estas decisiones de inversión dependerán obviamente de algunas variables a considerar: capital, condiciones, garantías, plazo, rentabilidad y riesgo.
En resumen, se trata de anticipar las decisiones respecto de dónde y cómo invertir los recursos financieros que nos sobran o conseguir lo que nos falta.
Trabajo interdisciplinario
La construcción de un flujo de tesorería es un trabajo interdisciplinario en el cual participan todas las áreas de una organización. Cada departamento debe proponer sus necesidades de caja para un periodo determinado. Por otra parte, los responsables de las ventas deberán hacer proyecciones realistas de los ingresos.
El flujo de tesorería forma parte integral de la factibilidad económica y financiera en la evaluación de proyectos de inversión privados, además de ser parte fundamental del presupuesto maestro utilizado por las grandes empresas. Este presupuesto maestro está formado por presupuestos operacionales y financieros. El flujo de caja es uno de los presupuestos financieros más importantes. De hecho, todos los presupuestos operacionales y financieros trabajan con el objetivo de llegar a proyectar un flujo de caja para un periodo determinado.
Finalmente, un flujo de tesorería debe ser flexible y perfectible a través del tiempo. Es una guía y un apoyo tanto para el gerente general como para el gerente de finanzas y todos sus colaboradores. De esta forma, puedan mantener finanzas sanas, cumplir objetivos tácticos o estratégicos y asegurar, a lo menos, el autofinanciamiento del negocio.
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