Gracias a las nuevas regulaciones en productos químicos peligrosos, se facilita el comercio internacional y se protege la salud humana.
Las sustancias químicas mejoran la calidad de vida del hombre y permiten el desarrollo de las naciones al incentivar el crecimiento económico de ellas.
Pueden ser identificadas como peligrosas o no peligrosas de acuerdo a las normativas nacionales e internacionales que las regulen. Si la sustancia es peligrosa, debe ser utilizada de manera que se proteja la salud humana y el medio ambiente, disminuyendo la exposición a ella.
La gestión de sustancias químicas peligrosas es un tema de gran relevancia a nivel transversal en el sector industrial de cada país. Abarca el manejo correcto de ellas en todo su ciclo de vida: fabricación, almacenamiento, transporte, uso y disposición final de sus residuos generados.
Nuestro país no se encuentra exento de esta temática. Como parte de la constante innovación de sus sistemas, se encuentra en la mejora de los procesos de gestión de sustancias químicas peligrosas mediante la implementación de un reglamento relativo al sistema globalmente armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos (GHS).
Este tiene como objetivo armonizar criterios a nivel mundial en la clasificación de peligros físico-químicos en la salud humana y el medio ambiente. Además busca armonizar la forma en cómo comunicar dichos peligros, con el fin de asegurar que la interpretación de los peligros de una misma sustancia sea igual sin importar el país/región que la regule.
Comunicar los peligros de los productos químicos peligrosos
Adicionalmente establece directrices para la comunicación de los peligros, a través del etiquetado y las Hojas de Datos de Seguridad (HDS) de los productos químicos. Se logra así una mayor seguridad para los trabajadores, gracias a una comunicación coherente y simplificada de los peligros y las prácticas que deben adoptarse en la manipulación y uso seguro de ellos.
Lo anterior debido a que, hasta hace poco la reglamentación chilena definía a las sustancias peligrosas como aquella sustancia o compuesto químico que cumple con al menos uno de los criterios definidos en la Norma Chilena 382.
Esta norma se basa en los principios de las Naciones Unidas para el Transporte de Mercancías Peligrosas. Como tal, se focaliza, principalmente, en los peligros físicos y químicos, efectos tóxicos agudos y locales y los efectos sobre el medio ambiente.
La aplicación del GHS en nuestro país, será a través del Decreto Supremo 57: “Reglamento de clasificación, etiquetado y notificación de sustancias químicas y mezclas peligrosas”.
Este reglamento amplía las categorías de peligro hacia la salud de las personas y el medio ambiente no contempladas en la NCh382. El Decreto Supremo 57 es aplicable a sustancias y mezclas que se clasifiquen como peligrosas de acuerdo a lo que establece esta normativa, y que además no se encuentren reguladas por alguna normativa especial.
Su implementación se está realizando de manera gradual. El fin es poder facilitar a la industria la adaptación de sus HDS y etiquetas a esta nueva reglamentación.
Actualmente, el Decreto Supremo es exigible a las sustancias puras de uso industrial y no industrial. En cuanto a la aplicabilidad en las mezclas, será en el año 2025 y 2026 para mezclas de uso industrial y no industrial, respectivamente.
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