El teletrabajo forzó una transformación en las relaciones laborales al interior de las empresas y aceleró los procesos legislativos.
Sin lugar a duda, las figuras de trabajo a distancia y teletrabajo han tenido una particular relevancia para las relaciones laborales en Chile. Han sido una solución de continuidad para la actividad laboral, empresarial y económica en nuestro país.
Particularmente –y salvo algunas referencias específicas del artículo 22 del Código del Trabajo, en torno a la jornada laboral– nuestro país no contaba con disposiciones que regularan de manera expresa e íntegra dichos contratos de trabajo.
A nivel administrativo, la misma Direccción del Trabajo no contempló, en principio, emitir pronunciamientos que proporcionaran orientaciones sobre la materia. Esta es la entidad encargada de fiscalizar el cumplimiento de las normas y derechos laborales, previsionales, de higiene y seguridad, así como de fijar el sentido y alcance de las leyes del trabajo, mediante dictámenes.
Pero la Dirección del Trabajo dejó la regulación de dichos contratos a la suerte del acuerdo que las partes hubiesen pactado y a cada caso en particular.
El impacto del teletrabajo en las relaciones laborales
No obstante, y a raíz del contexto sanitario que azotó a la población mundial, sumado a la imposibilidad de asistir presencialmente a los lugares de trabajo, se implementó la Ley N° 21.220.
Esta modificó el Código del Trabajo en materia de labores a distancia y teletrabajo, forzó una transformación sin precedentes en materia laboral (principalmente al interior de las empresas) y aceleró los procesos legislativos en la materia. Generó, con esto, una nueva óptica de la actividad laboral.
El proyecto original estableció objetivos que versan sobre la posibilidad de modernizar la legislación laboral vigente. Para adaptarse tanto a las nuevas realidades del mercado y tecnologías de la información, como a las necesidades de los trabajadores, estableciendo y consolidando su carácter permanente.
Si bien el teletrabajo y el trabajo a distancia poseen una serie de beneficios y oportunidades para trabajadores y empleadores, también presenta desafíos relevantes a considerar.
Beneficios y desafíos del teletrabajo
Entre los beneficios destacan: desplazamientos más breves, aumento de la productividad, mayor flexibilidad de organizar la jornada laboral, descongestión de las ciudades, mejora en el equilibrio entre vida personal y profesional, incentivo a la promoción de oportunidades de empleo incluyentes y acceso a una fuerza de trabajo más amplia.
Ahora, dentro de los desafíos se encuentran, por ejemplo, aquellos en materias de salud, seguridad y riesgos en el trabajo. También la protección de datos personales, el derecho a la desconexión y la dificultad de establecer límites que separen los ámbitos laborales y familiares.
Todos estos desafíos, necesitan ser abordados desde una nueva óptica de las relaciones laborales -con motivo de su implementación– y teniendo en consideración el futuro del derecho del trabajo y sus nuevas dimensiones.
Infórmate sobre el curso “Legislación Laboral” (a distancia) de Teleduc.