Identificar y manejar nuestras emociones, como propone la inteligencia emocional, nos permite enfrentar de mejora manera los periodos de grandes cambios, como los que estamos viviendo actualmente.
En los últimos años nos hemos visto enfrentados como sociedad a cambios cada vez más rápidos: transformación digital, revolución industrial 4.0, pandemia, el fenómeno migratorio, el calentamiento global, la revolución de las comunicaciones, la volatilidad financiera, entre otros.
El mundo del trabajo no es la excepción: las certezas en el mercado laboral son efímeras y el ritmo de transformaciones es cada vez más acelerado. Todo lo anterior aumenta la incertidumbre, lo que genera ansiedad y estrés.
Para enfrentar estos desafíos es clave el dominio de competencias digitales, pero más importante aún es poseer habilidades blandas o soft skills (aunque en realidad son power skills), tales como:
- el pensamiento crítico
- la resiliencia
- la creatividad
- la comunicación
- y especialmente, la inteligencia emocional.
Estas características son las que precisamente nos diferencian de lo que puede ser automatizado o programado por un robot.
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional (IE), identificada en los años 90 por Daniel Goleman, es la capacidad para reconocer y gestionar nuestras propias emociones como las de los demás.
Se conforma por cinco habilidades claves o “pilares de la IE”:
1. Autoconciencia emocional
Conocimiento de nuestros propios sentimientos y emociones, y cómo estos nos influyen.
2. Autocontrol
Dominio de nuestros sentimientos o emociones.
3. Automotivación
Capacidad de motivarnos a nosotros mismos para lograr metas a mediano o largo plazo.
4. Empatía
Habilidad para reconocer las emociones ajenas y poder situarse en el lugar del otro.
5. Relaciones interpersonales
Especialmente se refiere a poder escuchar al otro (“la escucha activa”) y el asertividad.
Estas 5 habilidades son cada vez más necesarias en estos tiempos de alta incertidumbre, tal como describe Sofía García-Bullé: “Las habilidades para el autoconocimiento, gestión de las emociones y la comunicación eficiente se han vuelto una necesidad crítica en tiempos de pandemia. Hay mucha información nueva que procesar cada día. Síntomas sociales propios del estado mundial actual, entre los que se cuentan el doomscrooling, las cámaras de eco y la radicalización, nos obligan a replantear la forma en que enseñamos a razonar y comunicar, especialmente si las interacciones no son cara a cara” (1).
El poder reconocer lo que estamos experimentando a nivel emocional en nosotros y en quienes nos rodean nos permite hacer gestión sobre aquello que nos está ocurriendo y tomar acciones, tales como:
- realizar una pausa
- llegar a acuerdos con otras personas
- implementar hábitos saludables de alimentación o ejercicio físico
- anticiparse a una situación crítica, etc.
En este mundo pospandémico, donde el trabajo remoto, el e-commerce, la telemedicina y la educación online son la nueva normalidad debemos potenciar el desarrollo de estas habilidades para poder colaborar más, comunicarnos mejor, optimizar nuestro desempeño laboral y obtener una mejor salud física y mental.
(1) https://observatorio.tec.mx/edu-news/inteligencia-emocional
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