Muchas veces los jóvenes no leen lo que se les “impone” leer. Es importante acoger las prácticas de lectura que se dan fuera de la escuela.
Es bastante común escuchar entre las personas mayores frases como “a los jóvenes no les gusta leer”. O “los adolescentes no leen”. Pero ¿será que no leen?, ¿será que no les gusta leer?
O, simplemente, ¿será que no leen lo que los adultos y/o el sistema escolar esperan que lean? ¿Y en los soportes que se espera que lean?
Los jóvenes leen y no solo leen, también escriben. Sin embargo, ellos mismos diferencian las prácticas letradas que desarrollan en la escuela de las que desarrollan de manera libre y voluntaria.
Jóvenes no leen lo impuesto
El investigador Daniel Cassany se refiere a esta diferenciación. Habla de prácticas académicas dominantes y prácticas vernáculas. Señala que entre ellas hay una gran brecha que las separa, dado que las primeras son impuestas y vinculadas con la institución. Las segundas son elegidas libremente por los adolescentes y jóvenes.
Estas se relacionan con la afectividad y con la construcción de su identidad y, principalmente, se desarrollan en Internet a través de plataformas y redes sociales.
Ante este panorama, no es una sorpresa que los jóvenes muestren un alto interés en las actividades que puedan desarrollar de manera online, porque en la red encuentran lo que la escuela no les ofrece.
Es decir, pueden leer y escribir voluntariamente en sitios como Wattpad, Webtoon o Fanfiction.net. Sin temor a ser calificados por ello y sin la presión de tener que aprobar una asignatura. Asimismo, estas prácticas de lectura y escritura ocurren dentro de una esfera social que les permite formar comunidades, al interactuar y construir vínculos emocionales con otros.
Así, es posible encontrar comunidades de lectura en redes sociales como Youtube, Instagram o Tiktok. En ellas los adolescentes y jóvenes conversan, comentan y recomiendan libros y autores. Lo hacen bajo hashtags como: #booktube, #booktuber, #bookstagram, #bookstagramer, #booktok, #booktoker, #bookreview, #booktag, etc.
Acercar las prácticas académicas a las prácticas vernáculas
En el estudio “Literacidad literaria digital en la escuela: análisis de prácticas lectoras de estudiantes de 7º a II medio (2019)”, liderado por la investigadora Maili Ow, se proporcionan algunas sugerencias para acercar las prácticas escolares o académicas a las prácticas vernáculas.
Estas recomendaciones se agrupan en dos ejes: acceso y mediación. Con respecto al acceso se insta a promover el uso de la biblioteca pública digital (BPD) y el de la biblioteca escolar digital (BDE). Ambas plataformas cuentan con interesantes recursos como ebooks, audiolibros, podcasts, entre otros.
En cuanto a la mediación se propone el uso de planes de lectura y escritura digital y la participación en las diversas instancias de formación propuestas por la biblioteca digital escolar. Esto además de los planes de lectura y escritura digital, la promoción en clubes de lectura de lectura digital y la potenciación de las redes sociales con fines educativos.
A modo de cierre, resulta importante que las instituciones educativas y los mediadores de la lectura se interesen por conocer y valorar la voz de los lectores juveniles. Y de las prácticas vernáculas que realizan fuera de la escuela. Para así darles cabida en la educación formal y disminuir la brecha entre lo que realmente quieren leer/escribir y lo que deben leer/escribir.
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