Una comunicación efectiva en el contexto laboral puede potenciar el desarrollo de los empleados y fortalecer el rendimiento empresarial.
La retroalimentación emerge como un elemento fundamental para la comunicación efectiva en el entorno laboral. Su utilidad no se limita a corregir comportamientos, sino que también se extiende al reconocimiento de un trabajo bien ejecutado.
Dentro de las organizaciones, los sistemas formales de evaluación de desempeño encuentran su epicentro en las reuniones de retroalimentación. Estas sesiones buscan transmitir claves significativas sobre el pasado del empleado y su potencial futuro, propiciando su desarrollo tanto en el cargo como en la estructura organizativa.
Comunicación efectiva y mundo laboral
Aprender a entregar retroalimentación se convierte en una destreza que no solo impacta las relaciones laborales, sino que también influye en el clima organizacional, en la percepción de liderazgo y, en última instancia, en los resultados de la empresa.
Es crucial comprender los dos tipos principales de retroalimentación: la apreciativa, destinada a resaltar aspectos positivos para motivar y mantener comportamientos deseables, y la constructiva, que informa sobre deficiencias con miras a identificar oportunidades de mejora y estrategias.
Durante las sesiones de retroalimentación, es posible dar énfasis a los mensajes mediante diversas estrategias de enfoque. Desde el convencimiento, especialmente aplicado a empleados menos experimentados, hasta la escucha activa y el diálogo que invitan a expresar opiniones para luego brindar asesoría.
También se destaca la resolución conjunta de problemas, la descripción específica de conductas a reforzar y el establecimiento de acuerdos para el seguimiento, como capacitación o mentoría.
Una conversación respetuosa
La retroalimentación efectiva demanda una conversación respetuosa y centrada en el desarrollo personal. Evitar errores comunes es esencial: desde la preparación adecuada para no subestimar los puntos a tratar hasta el cuidado de no soltar monólogos que alienen al evaluado.
Es importante no juzgar a la persona, mantener la privacidad en temas personales y basar el discurso en hechos concretos son aspectos cruciales para garantizar una retroalimentación constructiva.
En conclusión, el arte de la retroalimentación laboral se erige como un pilar clave en la gestión de recursos humanos.
Aprender a ofrecer retroalimentación de manera efectiva no solo mejora las relaciones interpersonales, sino que también contribuye al desarrollo individual y al éxito global de la empresa.
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