En profesiones donde hablar, cantar o comunicar es el eje de la labor diaria, mantener una voz saludable no es solo un beneficio, sino una necesidad. Así lo afirma Felipe Cerda, fonoaudiólogo y docente del curso “Manejo y cuidado de la voz para el uso profesional”, quien destaca la importancia de desarrollar conciencia vocal para evitar daños irreversibles.
Salud vocal como base del desempeño laboral
Según el profesor, el principal beneficio de una voz bien cuidada es “la salud vocal, la cual permite un desempeño profesional eficaz y eficiente”. Para quienes usan la voz como herramienta de trabajo (profesores, locutores, cantantes, artistas, abogados o teleoperadores), contar con una voz funcional es clave. “De lo contrario, la ejecución de tareas como enseñar, cantar o atender a clientes puede verse seriamente dificultada”, complementa Felipe Cerda.
En términos de alteración vocal, la más común es la disfonía, la cual explica el docente, es una “alteración a la función y/o estructura de los pliegues vocales y produce síntomas inmediatos como dolor, sequedad, fatiga, voz débil o áspera. A largo plazo, puede tener consecuencias sociales, laborales y económicas”.
Enfermedades vocales frecuentes y cómo prevenirlas
Las afecciones más comunes en estos profesionales son las disfonías funcionales hiperfuncionales, caracterizadas por un exceso de activación muscular y estructural de los pliegues vocales, lo que, según el profesor, “favorece el trauma y el desgaste, dificultando su funcionamiento normal”.
Una segunda categoría de patologías frecuentes incluye las disfonías orgánicas de base funcional, como los nódulos, pólipos o edemas, que son consecuencia de un mal uso vocal sostenido.
“Estas enfermedades se pueden prevenir con estrategias conductuales, hábitos de higiene vocal y control de variables ambientales”, enfatiza el académico.
Claves para una voz saludable en el trabajo
Uno de los ejes del curso es el desarrollo de doce claves para la producción vocal saludable. Felipe Cerda destaca entre ellas la “economía vocal”, que implica moderar la intensidad del habla, porque “es común hablar con un nivel mayor al necesario, lo que genera un desgaste vocal. Cada aumento de intensidad implica mayor presión de aire desde los pulmones, lo que impacta con más fuerza los pliegues vocales, provocando una vibración intensa y traumática. Mantener un volumen controlado protege la voz y prolonga su eficiencia”.
Higiene vocal y hábitos saludables
Entre los hábitos más efectivos, el fonoaudiólogo destaca la hidratación constante, porque “mantener la mucosa de los pliegues vocales hidratada conserva las propiedades viscoelásticas de sus tejidos, lo que se refleja en mejor funcionamiento y menor trauma durante la vibración”.
Asimismo, en el curso se enseñan ejercicios de calentamiento y enfriamiento vocal, fundamentales para proteger la voz antes y después del uso profesional. “El calentamiento prepara la musculatura laríngea para un uso exigente, mientras que el enfriamiento facilita la recuperación tras un uso intenso. Ambas prácticas permiten evitar acumulación de fatiga, optimizar el rendimiento y mantener la voz en condiciones adecuadas para futuros requerimientos”, recalca el docente.
El entorno también importa
Felipe Cerda insiste en la importancia de los ajustes ambientales para proteger la voz. Recomienda trabajar en ambientes con ruido controlado o apoyarse en sistemas de amplificación, además de mantener una humedad y temperatura confortables y espacios con buena acústica, libres de eco o reverberación excesiva.
También sugiere hacer pausas vocales breves, mantener la hidratación constante y cuidar la postura corporal, lo que favorece una ventilación y proyección vocal sin sobreesfuerzo.
Evaluación y aprendizajes del curso
El curso no solo entrega teoría, sino que exige aplicación práctica. “El progreso se evalúa mediante la resolución de casos y preguntas relacionadas con problemáticas vocales frecuentes”, explica el profesor. “Sin embargo, el indicador más significativo será el desempeño vocal individual diario”, resume el académico.
Para quienes comienzan: escuchar la propia voz
Para alguien que inicia en una actividad que demanda el uso intensivo de la voz, Felipe Cerda recomienda desarrollar autoconciencia vocal, siendo fundamental “aprender a escuchar e interpretar la propia voz y las sensaciones que genera. El automonitoreo permite detectar señales de fatiga o mal uso y ajustar conductas”.
La voz, mucho más que un instrumento
El curso “Manejo y cuidado de la voz para el uso profesional” busca que cada participante aprenda a cuidar y proteger su voz como parte esencial de su bienestar y de su desarrollo laboral. Además, los estudiantes aprenderán cómo funciona fisiológicamente la producción vocal y cómo aplicar ese conocimiento para corregir malos hábitos. Incluso, incorporarán estrategias prácticas y rutinas diarias para mantener una voz saludable y eficiente.
Finalmente, Felipe Cerda reflexiona sobre el valor de la voz más allá del ámbito laboral, mencionando que “la voz no solo es una herramienta de trabajo, también es un sello de identidad personal y profesional. Cuidarla significa preservar nuestra capacidad de comunicar, enseñar, emocionar y conectar con los demás”.
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