El impacto de la inteligencia artificial generativa y ChatGPT en los negocios y las organizaciones ya es más que relevante.
Hace solo unas semanas se recordó el primer cumpleaños ChatGPT. El impacto de esta aplicación ha sido gigantesco, porque por primera vez mucha gente comenzó a aceptar que es posible crear sistemas con capacidades cognitivas similares a las de los seres humanos. Actualmente, lo usan más de 100 millones de personas.
Por si no fuese suficiente la enorme atención que la inteligencia artificial estaba teniendo, esta nueva generación de sistemas inteligentes (entre los cuales está ChatGPT) agrupados bajo el nombre de inteligencia artificial generativa es casi como haber puesto “turbo” a un motor que ya avanzaba muy rápidamente.
La IA va a transformar completamente la sociedad en los próximos años. Como todos los avances científicos y tecnológicos hay potencial de que sea utilizado para el bien de la humanidad y también para hacer mucho daño. Y ya se ha escrito mucho sobre ello. Por ello, nos centraremos aquí en el impacto de la IA en los negocios y las organizaciones.
Las organizaciones y empresas habían visto ya el potencial de la IA en al menos tres áreas importantes: predicción, automatización y optimización de procesos. Y todas ellas son cruciales en los procesos de transformación digital.
ChatGPT, la inteligencia artificial generativa y las empresas
La IA generativa abre nuevas áreas de enorme interés para las empresas y organizaciones. Esto se debe a su capacidad casi mágica para generar contenidos de todo tipo incluso en diferentes lenguajes. La confección de un reporte, la preparación de una presentación, la redacción de un email o la generación de material gráfico de apoyo permite ahorrar muchas horas de trabajo de profesionales calificados que pueden ser reorientadas a otras tareas más importantes.
Para realizar este trabajo, la IA generativa hace uso de grandes modelos de lenguaje (LLM) como GPT o LLaMA que se crean entrenando a una red neuronal con una cantidad gigantesca de información (del orden de los petabytes) que proviene de todo tipo de fuentes: journals científicos, artículos de la Web, periódicos, etc. Para eso requiere también de una capacidad de cómputo gigantesca. El tamaño de estos modelos se mide en billones y hasta trillones de parámetros.
Aunque no cualquiera puede construir uno de estos monstruos, afortunadamente, muchos de estos modelos están disponibles para cualquier usuario a través de APIs (interfaces de programación de aplicaciones). Se paga por su uso o no, todo depende de si el modelo es open source o privado).
Diálogo con la IA
La sofisticada comprensión y dominio del lenguaje natural de estos modelos abren un verdadero universo de posibles usos al interior de las organizaciones. Cualquier persona con mínimo entrenamiento puede aprender a dialogar con una aplicación de IA generativa para solicitar elaborar un material gráfico, un video o un manual. Incluso puede solicitar que genere un programa computacional completo. Se abre la posibilidad de mejorar significativamente la experiencia del usuario en sistemas de ayuda automatizados al poder sostener un diálogo usando lenguaje corriente manteniendo el contexto.
La IA generativa representa un paso más en el avance inexorable de la inteligencia artificial no solo en empresas y organizaciones sino en todos los ámbitos de la sociedad. Es posible que en unos años esto será tan corriente y estará tan inserto en todas partes que dejaremos de llamarlo inteligencia artificial. Se hará invisible y solo la usaremos sin darnos cuenta de ello.
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