Durante octubre se celebra el mes de la Educación Financiera, una instancia que busca promover la importancia de adquirir conocimientos y habilidades para tomar decisiones económicas informadas. En este contexto, el profesor Alejandro Guin-Po Bon, académico del curso Educación Financiera de Teleduc UC, reflexiona sobre la relevancia de esta temática y los desafíos que enfrenta Chile en esta materia.
La importancia de la educación financiera
Para el profesor Alejandro Guin-Po Bon, fortalecer las competencias financieras de las personas es fundamental para mejorar su bienestar y autonomía porque “la educación financiera es una de las habilidades más importantes que las personas y familias deben manejar, considerando que el problema económico, satisfacer múltiples necesidades con recursos limitados, nos afecta a todos”.
El académico agrega que Chile aún tiene brechas por superar en este ámbito, señalando que “los chilenos obtenemos una nota levemente bajo el promedio de la OCDE según la prueba PISA 2018, y muchos desconocen conceptos clave como la tasa de interés o la inflación. Por eso, que exista un mes dedicado a esta materia es un gran paso para integrar la educación financiera en la educación general”.
Los principales obstáculos al aprender finanzas personales
Aprender sobre finanzas personales puede ser un desafío, y según el académico del curso Educación Financiera, las dificultades más comunes se relacionan con la comprensión y la práctica.
“Por un lado, las menores habilidades de lectura y matemáticas dificultan la comprensión de contenidos más técnicos. Por otro, la educación financiera es una habilidad práctica, que requiere paciencia y consistencia”, comenta el profesional.
Además, destaca que muchas personas “desisten de poner en práctica tareas como el diseño de un presupuesto o la comparación de alternativas financieras, ya sea por falta de tiempo o impaciencia”.
Un enfoque práctico en el curso de Teleduc UC
El curso Educación Financiera de Teleduc UC busca entregar herramientas concretas que ayuden a los estudiantes a manejar de mejor manera sus recursos.
“Nuestro curso se enfoca en los pilares fundamentales: la confección de un presupuesto, el endeudamiento responsable y las primeras nociones de ahorro e inversión”, detalla Alejandro Guin-Po Bon.
El académico agrega que “los estudiantes desarrollan una primera aproximación sobre los conceptos clave, para luego realizar una aplicación práctica en el trabajo final”.
Educar según las distintas etapas de la vida
El profesor subraya que la educación financiera debe adaptarse a las necesidades y experiencias de cada grupo etario, porque “lo principal es que se enseñe algo que tenga sentido para cada persona. Por eso, en nuestro curso planteamos situaciones reales y actuales, como la contratación de un crédito o la planificación del ahorro”.
En esa línea, el docente destaca que el curso está orientado a un público adulto, “que ya ha enfrentado decisiones financieras personales y busca mejorar su gestión económica”.
Tecnología e innovación: aliados con matices
La tecnología ha ampliado las oportunidades de aprendizaje financiero, pero también ha planteado nuevos desafíos. “La innovación tecnológica es el idioma de las generaciones más jóvenes y ha permitido masificar el uso de aplicaciones y plataformas digitales”, indica el profesor Alejandro Guin-Po Bon.
No obstante, advierte que “este sesgo tecnológico ha dejado parcialmente fuera a los adultos mayores, lo que se refleja en debates recientes como la eliminación de las tarjetas de coordenadas o la menor disposición al pago físico”.
Cómo medir el éxito de la educación financiera
Evaluar el impacto de los programas de educación financiera no siempre es sencillo. “El comportamiento financiero no depende solo del conocimiento, sino también de la situación laboral y personal”, explica el académico.
Aun así, añade que “una reducción en la carga de deuda o un incremento en el ahorro son señales de éxito de un programa de educación financiera, pero su efecto no es completamente causal. Dicho eso, existen algunas métricas que son mejores para capturar el efecto educativo de la educación financiera mediante pruebas estandarizadas como PISA, cuya última aplicación fue en 2018 y se pretende realizar nuevamente en marzo de 2026”.
Un hábito de largo plazo
Antes de finalizar, el profesor entrega una recomendación para quienes buscan mejorar su relación con el dinero. “La educación financiera es una tarea de largo aliento, cuyos efectos se ven cuando se convierte en hábito. Recomiendo tener paciencia, ser ordenados y pensar en objetivos de planificación para manejar mejor los recursos”, concluye.
Si estás interesado en profundizar más sobre esta materia, te invitamos a conocer el curso online que tiene Teleduc UC para ti sobre “Educación financiera” ingresando acá.
