Comienza un nuevo año y, con ello, llega el momento de realizar balances del cierre de 2024 y planificarse hacia el año venidero, que sin duda viene con oportunidades y desafíos que conviene analizar desde ya. Es común que las personas se pongan metas como mejorar su alimentación, hacer más deporte, aprender algo nuevo, entre otras.
Desde la educación financiera, podríamos ver algunas ideas que se relacionan con tus hábitos financieros.
Metas y prioridades 2025
- Revisar tus gastos
La mayoría de las personas gana un sueldo fijo principal que es un salario pagado por un empleador. Por lo que tienen relativa certeza de cuánto ganan. Sin embargo, en los gastos ocurre algo diferente.
Un primer paso es reconocer magnitudes “totales”, es decir, tener el ingreso y gasto total. Luego de ello, ver su evolución a lo largo de los meses del año anterior. Más adelante, podríamos apuntar a más detalle considerando los principales componentes del gasto. Algunas ideas pueden ser arriendo/dividendo, gastos comunes y gastos del hogar, supermercado, educación, entre otras.
Si bien el detalle de gastos depende de cada persona, lo ideal es que sea lo suficientemente grande para tener una idea clara sobre cómo se distribuyen nuestros gastos. Y lo suficientemente pequeño para que no sea extenuante seguir la planificación.
- Planificar
Una vez que tenemos una idea sobre cómo fue nuestro año pasado, podemos planificar cómo sigue el siguiente. Primeramente, podemos analizar qué gastos queremos reducir o cómo distribuirlos.
A continuación, podemos crear un presupuesto, es decir, determinar un monto máximo para gastar en cada uno de los ítems previamente analizados. Hay muchas formas para determinar ese monto: podría ser el máximo o un valor promedio, lo más relevante es que una vez establecido, intentemos respetarlo.
Cada 2 o 3 meses podríamos volver a revisar esos montos, con el propósito de evaluar si se están cumpliendo.
- Gestionar tus ahorros
Hay que tener claridad que el ahorro es una decisión consciente, no es lo que sobra de los ingresos luego de gastar. Dicho lo anterior, ese monto debería estar presente en nuestra planificación dependiendo de nuestros objetivos a corto, mediano y largo plazo.
Una vez gestionado un monto determinado, se pueden evaluar alternativas para invertirlos que dependerán de los objetivos de inversión, el horizonte o plazo para invertirlos y el perfil del inversionista. La gama de instrumentos es muy amplia, y van desde depósitos a plazo hasta fondos mutuos y APV.
En conclusión, estas ideas serán de utilidad para plantearnos un mejor 2025 y cumplir todos nuestros objetivos, mejorando nuestra calidad de vida.
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