Estados Unidos anunció inversiones en el puerto de San Antonio como una forma de contrarrestar la influencia de China en Chancay (Perú).
En las páginas de este blog hemos advertido de la enorme competencia que experimentarán los puertos chilenos luego de la inauguración del puerto de Chancay en Perú realizada el pasado 14 de noviembre de 2024. Este terminal fue completamente financiado por el gobierno chino.
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. La reciente inauguración de Chancay ha generado preocupación en Estados Unidos, que ahora redirige su mirada hacia el principal terminal chileno, San Antonio. Este interés incluye iniciativas para su modernización y la implementación de tecnologías avanzadas.
San Antonio y Chancay: lucha geopolítica entre dos potencias
Además, un informe del medio económico Bloomberg afirma que el presidente entrante, Donald Trump, buscará imponer aranceles de hasta un 60% a bienes de cualquier país que sean exportados desde el puerto de Chancay.
Es aquí donde el Puerto de San Antonio cobra una especial relevancia, pues se ha posicionado como un punto estratégico para las inversiones estadounidenses. De hecho, según el medio T13.cl, en los próximos meses viajaría a Chile una delegación de inversionistas coordinada por el Development Finance Corporation, un banco de inversiones norteamericano.
Consultado por Diario Financiero durante la reunión del G20 en Brasil, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, destacó la importancia de esta posible colaboración, señalando que, de concretarse, sería “muy bienvenida”, ya que “la expansión en infraestructura portuaria es un desafío que cobra más relevancia, sobre todo conociendo la conclusión del Puerto de Chancay”.
Por su parte, Bernadette Meehan, embajadora de Estados Unidos en Chile, también entregó declaraciones. Dijo que esta cooperación busca “explorar nuevas oportunidades que nos lleven a construir juntos un hemisferio más próspero”. Además, subrayó la importancia de trabajar con “socios que cumplan los estándares internacionales de seguridad cibernética y de datos, y que garanticen el control soberano de Chile sobre sus puertos”.
Desafíos y oportunidades
El proyecto más ambicioso asociado al Puerto de San Antonio es el desarrollo del Puerto Exterior, cuya primera etapa requerirá una inversión de $1.500 millones de dólares y está programada para comenzar en 2025, tras la obtención de la calificación ambiental.
Eduardo Abedrapo, presidente de la Empresa Portuaria San Antonio (EPSA), señaló que “el interés manifestado por empresas norteamericanas, tanto en la construcción como en la implementación tecnológica, e incluso en la eventual operación del nuevo terminal como concesionarios, es muy relevante para el éxito del proyecto” .
Margaret Myers, directora del programa Asia y América Latina del Inter-American Dialogue, afirmó que estas iniciativas pueden “contribuir mucho a promover la visión de que Estados Unidos aporta positivamente al desarrollo de la región o, al menos, a las oportunidades de Chile”.
Si bien el interés estadounidense representa una oportunidad estratégica, expertos han señalado que será crucial el rol del Estado chileno para resolver desafíos regulatorios y garantizar un proceso de licitación transparente.
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