El comercio exterior realizado a través de los puertos chilenos ha mostrado un estancamiento en la última década.
Según un informe de la Cámara Marítima Portuaria de Chile (Camport), el volumen movilizado en los puertos chilenos en el primer semestre de 2024 fue “el segundo más bajo de los últimos 10 años”, como publica el Diario El Mercurio.
Las causas de este estancamiento de los puertos chilenos van más allá de la pandemia. Vienen arrastrándose desde antes, cuando los fletes comenzaron a elevarse, principalmente por la falta de puertos disponibles y contenedores en China.
La pandemia, sin duda, exacerbó estos problemas, ya que las restricciones sanitarias paralizaron gran parte del comercio internacional. Aunque se esperaba que el movimiento de carga, tanto de importación como de exportación, retomara su dinamismo en 2022, esto no ha sucedido debido a la persistente fluctuación en los costos de los fletes.
Los precios y el estancamiento en los puertos chilenos
Como menciona Daniel Fernández, presidente de Camport en El Mercurio, “la demanda de transporte marítimo sigue siendo alta y cualquier interrupción en las rutas principales puede llevar a un aumento en los precios”.
Chile, como exportador de materias primas, ha visto cómo los precios de estos productos han sido variables, muchas veces a la baja, lo que ha disminuido el volumen de exportaciones. Aunque se note un crecimiento leve en las cifras, este ha sido extremadamente lento.
En este panorama de estancamiento, las exportaciones han brindado un pequeño respiro. Durante el primer semestre de 2024, los envíos al exterior aumentaron casi un 4%, principalmente debido al crecimiento de productos clave como el cobre y el hierro.
En contraste, las importaciones no han tenido la misma suerte, con una caída del 2,6%. Productos como los aceites crudos de petróleo y el gas de petróleo fueron de los más afectados.
A nivel de puertos, algunos mostraron cifras esperanzadoras, como Ventanas, que incrementó su actividad en un 43,7%, y Puerto Montt, con un aumento del 35,6%. Sin embargo, otros recintos importantes, como Coquimbo y Talcahuano, registraron caídas superiores al 40%, acentuando la preocupación sobre el futuro de la actividad portuaria en estas zonas.
A pesar de que algunos puertos chilenos, como San Antonio, han mostrado un leve crecimiento, el panorama no es alentador a nivel global. Además, los problemas externos siguen afectando a la actividad portuaria.
Problemas en el Canal de Panamá
Las importaciones también han caído, afectadas por restricciones portuarias y problemas en vías navegables clave, como el Canal de Panamá y el Mar Rojo.
El Canal de Panamá ha enfrentado retrasos debido a problemas climáticos, y el Mar Rojo se ha visto afectado por riesgos de seguridad relacionados con el terrorismo. Esto ha incrementado los precios de los fletes, ya que muchas embarcaciones optan por rutas alternativas más largas, como rodear África, para evitar riesgos. Esto ha prolongado los tiempos de entrega y encarecido los costos de transporte.
Las tensiones en el comercio marítimo continuarán debido a la amenaza de huelga de los estibadores en la costa este de Estados Unidos, que podría paralizar gran parte del tráfico hacia ese país, impactando también a las exportaciones desde Chile y Sudamérica.
Finalmente, la competencia de nuevos puertos, como el de Chancay en Perú, que se inaugurará en noviembre, se suma a los desafíos que enfrentan los puertos chilenos. Aunque son reconocidos por su eficiencia, deberán enfrentarse a una competencia fuerte en la región.
Este complejo escenario internacional, con fluctuaciones en los costos y riesgos en las rutas, deja claro que no se espera una mejora significativa en el corto plazo. El comercio exterior chileno seguirá luchando por recuperar su dinamismo perdido.
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