La calidad del diseño instruccional facilita la participación, la efectividad y la adopción de una plataforma de aprendizaje en línea.
En el mundo de hoy dónde la educación online es tendencia, una plataforma de aprendizaje en línea o LMS (por sus siglas en inglés) amplía el acceso a mayor público. Se puede acceder a ella desde cualquier lugar del mundo ya que solo necesitas contar con conexión a internet.
Permite, además, personalizar la experiencia del estudiante, adaptando el contenido y las metodologías a diferentes estilos de aprendizaje.
A pesar de las distancias físicas, facilita la colaboración entre los participantes y promueve el aprendizaje autogestionado. Aunque esto es también un gran desafío para quien diseña y para quien recibe la formación.
Planificar el diseño instruccional de las plataformas de e-learning
Ahora, el uso de esta tecnología debe ser planificado. No es tener una plataforma porque suena atractivo o porque está de moda.
Es importante entender que la participación, la efectividad y la adopción de una plataforma de aprendizaje depende, en gran medida, de la calidad de su diseño instruccional. Además, la incorporación de recursos deben estar alineados con los requerimientos pedagógicos del programa de formación.
Esto impacta directamente en la usabilidad y en la capacidad de motivar y de enfocar a los estudiantes. También en la calidad de los recursos, en las opciones de interactividad y en la retroalimentación.
Todo lo anterior es decisivo para una experiencia de aprendizaje positiva. Una interfaz intuitiva con un contenido interactivo y una estructura organizada puede mejorar la participación y la retención del estudiante.
En la plataforma sucede toda la “magia” de la enseñanza-aprendizaje: las personas comparten, entregan material, realizan actividades, se comunican, etc.
Por eso debe estar diseñada, desde un inicio, considerando todos los factores del contexto en que se llevará a cabo la formación y el programa académico. Es como grabar una película, todos los efectos especiales que uses deben estar perfectamente planificados, organizados y asignados en el momento justo.
La improvisación no tiene cabida en el diseño de cursos… Hay cierta flexibilidad, por supuesto, pero con un buen análisis previo no quedan cabos sueltos.
Elementos clave en el diseño
Podemos acá hablar de elementos clave o consideraciones, pero ciertamente la plataforma se adapta al contexto para el cual está pensado. La idea es buscar simplicidad en la navegación (no quieres que el estudiante se pierda intentando encontrar algo). Ahora, desde el punto de vista del destinatario de la formación, hay que ponerse en su lugar y pensar: ¿qué necesita?
Con eso en mente, debes crear recursos multimedia de calidad, con variedad en las actividades, con foros de discusión y espacios para compartir y con herramientas para el trabajo colaborativo (habilidad fundamental en el mundo hoy). Debe contar con contenidos amigables y relevantes, con opciones de autoevaluación (para promover la autogestión) y con una estructura flexible que se adapte al diseño que se propone en el curso.
Evaluación y retroalimentación efectiva
El uso de plataformas de aprendizaje en línea le abre a los educadores la inmensa posibilidad de entregar un feedback personalizado y oportuno.
La evaluación y la retroalimentación efectiva se logran mediante la implementación de diferentes herramientas de evaluación como cuestionarios y actividades prácticas. Estas, repito, deben estar ligadas a la estrategia diseñada. Si el objetivo es que logren un análisis del contenido debes crear instancias que lo permitan (poner un caso, por ejemplo).
Otra gran ventaja de las plataformas es que permite el seguimiento del progreso. Esto es muy difícil de llevar en la presencialidad porque requiere trabajar con un grupo pequeño y ser muy meticuloso con los registros de cada estudiante. Algo casi inviable con los contextos de hoy.
Con las plataformas, los instructores logran una retroalimentación personalizada porque sus herramientas permiten cierta automatización. Por ejemplo, una rúbrica instanciada previamente, que es muy fácil de llenar por el tutor o el instructor.
La retroalimentación oportuna es clave para el aprendizaje continuo y para el logro de los objetivos que planteas desde el diseño.
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