La capacitación interna es la más potente para lograr mejoras en la productividad y en los indicadores de resultados del equipo de trabajo.
Todos los meses, mi equipo –el área de capacitación de una empresa productiva grande– debía dar charlas de inducción al personal nuevo.
En una oportunidad, le pedí a un profesional de Recursos Humanos del equipo realizar una charla sobre los beneficios de la empresa para sus trabajadores. Dentro de nuestro procedimiento, los trabajadores participantes de la inducción evaluaban a sus relatores. En las primeras evaluaciones, el charlista tuvo malos resultados. A los participantes les parecía que no era un buen instructor.
El profesional se frustró con los resultados y quiso dejar de realizar las charlas. Pero decidí que trabajáramos en conjunto para buscar que debía mejorar, tomando como base las evaluaciones de los participantes. Fue mejorando mes a mes, hasta llegar a ser el mejor instructor de las inducciones mensuales.
¿Qué quiero demostrar con esta historia? Quiero demostrar varios aprendizajes que me ha dejado la experiencia de dirigir inducciones y capacitaciones internas. En primer lugar, las personas pueden ser mejores relatores internos gracias a la retroalimentación de su desempeño.
Capacitación interna: mejora en el equipo
Esto es un beneficio para quien efectúa la instrucción. Mejora su autoestima, se desarrolla profesionalmente y puede prestar un servicio que antes no estaba en su repertorio.
También es un beneficio para sus alumnos y la empresa. Si alguien hace buenas instrucciones, los alumnos aprenderán más. Esto les traerá beneficios en su trabajo y su desarrollo laboral. Además, mejorará la productividad y los resultados de la empresa.
Dado lo anterior, ¿es más importante la capacitación interna que la externa en la empresa? Estoy convencido de que, para lograr para una mejor productividad, venta, servicio o mejora de cualquier indicador de resultados del trabajo, la instrucción interna es la más potente
¿Por qué razón? Porque el aprendizaje de las tareas de cualquier rol es más efectivo en el puesto o en la sala, pero en la empresa. Se cumplen los principios de aprendizaje, que hacen las efectiva la capacitación: participación, repetición, relevancia, transferencia y retroalimentación.
¿Cómo hacer que la instrucción interna sea efectiva?
Un punto clave es formar Instructores. Eso sí se hace con expertos externos a la empresa. Hay que preparar a quienes son expertos/as, en temas que en la empresa requerimos transmitir a nuestros colaboradores.
Los escenarios habituales de la instrucción interna son las inducciones al puesto para personas nuevas, y las capacitaciones para entregar procedimientos, normas, protocolos internos o nueva tecnología.
Habitualmente en las empresas se le pide, a quién sabe un tema, que transmita sus conocimientos o habilidades a los colaboradores, que preparen capacitaciones. Muchas veces son los jefes los que deben instruir a sus equipos. Otras veces son personas que toman el rol de instructor interno, en jornada completa o parcial. Lo hacen con la mejor voluntad y no necesariamente lo hacen bien o no todos lo realizan del mismo modo. De allí nace la necesidad de preparar a las personas para hacer capacitaciones internas efectivas.
Los tres pilares que tiene una instrucción interna efectiva son: el diseño de la clase; el manejo de la presentación de los contenidos, y el manejo de la dinámica con los/las alumnos/as.
Un tipo de capacitación que tiene resultados muy claros en su impacto sobre la gestión en una empresa es la instrucción interna.
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